Motovun, situada en lo alto de una colina de Istria, Croacia, ofrece a los visitantes una deliciosa fusión de pasado, presente y encanto natural. Su fascinante arquitectura de la Edad Media, sus inspiradores panoramas del paisaje pastoral vecino y sus apreciadas delicias gastronómicas la convierten en un lugar ideal para una breve escapada de tres días.
Si te interesa la historia, la gastronomía o la naturaleza, esta guía te ayudará a aprovechar al máximo tu estancia en Motovun.
Día 1: Explorar el encanto medieval
Dirígete a Motovun por la mañana, preparado para el atractivo del viejo mundo de la ciudad. En lo alto de una colina, las vistas de extensos viñedos, granjas de olivos y la densa vegetación del valle del río Mirna son el sueño de cualquier artista.
La entrada a la ciudad se realiza a través de su famoso portal de piedra, una reliquia del siglo XIII. Navega por las estrechas y pedregosas calles y te parecerá estar caminando por una fotografía en tonos sepia.
Comienza tu exploración con un tranquilo paseo por las antiguas fortificaciones de Motovun. Las impresionantes vistas panorámicas que ofrecen hacen sonreír al objetivo de cualquier fotógrafo. Mientras paseas, encontrarás encantadores edificios antiguos de piedra, venerables iglesias y pintorescas plazas, todo ello bellamente conservado para hacer un guiño a su ilustre pasado.
Mediodía: Visita a la Iglesia y Campanario de San Esteban
Mientras absorbes el ambiente de la ciudad, sigue tu camino hasta la Iglesia de San Esteban. Esta joya barroca del siglo XVII se encuentra en el centro de Motovun. El interior, aunque sencillo y refinado, merece una mirada, pero la verdadera delicia es el campanario cercano.
Motovun se enorgullece de su cocina cargada de trufas, así que asegúrate de que tu primera comida en la ciudad se convierta en un asunto memorable. Dirígete a tabernas tradicionales croatas como Konoba Mondo o Pod Voltom. Deléitate con exquisiteces de Istria como los fuži (pasta hecha a mano) con trufas, todo ello regado con un vaso de vino Malvasia local.
La zona es famosa por sus trufas de gran calidad, y ningún viaje a Motovun se acaba realmente sin saborear este tesoro.
Por la tarde: Cata de vinos en el campo
Una vez que hayas llenado la barriga, haz una excursión rápida a una de las bodegas cercanas de Istria. Esta zona es conocida por sus excelentes vinos, especialmente el Malvasia (un vino blanco) y el Teran (un vino tinto). Puedes visitar bodegas como Benvenuti y Roxanich, que te darán la oportunidad de familiarizarte con sus actividades vinícolas y probar diferentes mezclas locales.
La mayoría de estos viñedos se conservan en familias y se transmiten de generación en generación. Es una oportunidad para saborear la arraigada cultura vinícola de la zona.
Día 2: Naturaleza y aventura
Al pie de la colina se encuentran los conocidos terrenos del Bosque de Motovun, ricos en trufas. Empieza tu segundo día con una excursión guiada por el bosque, una oportunidad para familiarizarte con la fauna local y con la habilidad de cazar trufas. Algunas excursiones ofrecen incluso espectáculos de caza de trufas en vivo, en los que puedes ver trabajar a perros bien adiestrados.
Mientras paseas por el bosque, te encontrarás con robles centenarios, algunos de ellos desde hace siglos. Esta serena excursión ofrece una forma de entrar en contacto con la naturaleza, allanando el camino para experimentar un aspecto inexplorado de Istria.
Mediodía: Explora Grožnjan – El pueblo de los artistas
Tras explorar el bosque por la mañana, emprende un rápido viaje hasta el cercano pueblo de Grožnjan. Este pueblo, famoso por su vivaz cultura artística, está situado en lo alto de una hermosa colina. Sus numerosas galerías de arte y estudios ofrecen la oportunidad de interactuar con los artistas locales y admirar sus creaciones.
Además de por su identidad artística, Grožnjan destaca por su festival de jazz de verano. Visitarlo durante los meses soleados te permitirá disfrutar de música en directo a cielo abierto.
Por la tarde: Paseo en bici por la Senda Parenzana
Pasa la tarde alquilando una bicicleta y pedaleando por la Parenzana. Esta línea de ferrocarril reestructurada ofrece ahora a senderistas y ciclistas una pintoresca ruta que serpentea por Istria, pasando por viñedos, olivares y hermosas aldeas rurales. El tramo de Grožnjan a Motovun es especialmente pintoresco, con cautivadoras vistas del valle y ondulantes colinas circundantes.
Con relativa facilidad, los viajeros pueden recorrer la Senda Parenzana, apta tanto para ciclistas aficionados como experimentados. Es un enfoque ideal tanto para apreciar la belleza natural de la zona como para realizar alguna actividad física.
Por la noche: Relájate y Desconecta
Tras un día de aventuras al aire libre, regresa a Motovun para pasar una tarde relajada. Dirígete a uno de los bares de vinos locales, donde podrás probar más vinos de Istria y disfrutar de un ambiente relajado. Para cenar, considera una comida ligera a base de quesos locales, aceitunas y pan, maridada con una copa de Teran.
Día 3: Cultura y relajación
En tu último día, conduce hasta Livade, un modesto pueblo al pie de Motovun reconocido por sus proezas truferas. En particular, Livade acoge cada otoño el aclamado Festival de los Días de la Trufa Zigante. Independientemente del momento de tu visita, Livade merece una parada por sus tiendas de trufas y sus restaurantes.
Piensa en acompañarnos a cazar trufas. Obtén información sobre este preciado alimento a la vez que construyes una comprensión del irrepetible vínculo que comparten los buscadores de trufas y sus compañeros caninos. Algunas incursiones te permitirán incluso unirte a la búsqueda, lo que te proporcionará una experiencia de primera mano.
Por la tarde: Paseo final y café de despedida
Antes de partir de Motovun, asegúrate de recorrer una vez más las encantadoras avenidas de la ciudad. Visita las tiendas o centros de arte que hayas pasado por alto y elige algunos productos locales únicos, como aceite de oliva, vino o trufas, para llevártelos de recuerdo. Haz una pausa en una cafetería para tomar un espresso humeante o un sorbo de vino local y absorbe el paisaje por última vez.
Cuando el atardecer engalane tu último día en Motovun, te despedirás cargado de recuerdos duraderos de este sorprendente asentamiento elevado.